

Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Mateo 28:19

El propósito de este articulo es enseñarte a través de las escrituras (la Biblia) el significado e importancia del bautismo para los que hemos creído en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Estudiaremos ejemplos bíblicos de bautizos y veremos en ellos la actitud de obediencia de aquellos que se bautizaron y la bendición de Dios sobre sus vidas. Dios quiere que todos sus hijos se bauticen en obediencia a Él.
¿Que es el bautizo?
El bautizo es un acto de obediencia a Dios en el que declaramos públicamente nuestra fe en Jesucristo como nuestro Señor y Salvador.
Mateo 3:13-17 (Lee también Marcos 1:9‐11 y Lucas 3:21‐22)
El bautismo de Jesús
Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.
Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.
En los versículos del 13‐15, está muy claro que Jesús fue bautizado en obediencia al plan de Dios. En el 15, Él dice: “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia”.
¿Que quiere decir esto?
Quiere decir que el bautizo es también un acto de humildad con el que obedecemos a Dios. Nuestro bautizo es muestra de nuestro deseo de someternos a la voluntad de Dios. Este acto marcó el comienzo del ministerio de Jesús y creemos en fe que también marcará el comienzo del tuyo.
¿Cuáles son los requisitos para ser bautizado?
Hay solo dos requisitos para el bautismo y son los mismos que para la salvación. Se encuentran en Romanos 10:9‐10
⦁ Un corazón que cree en Jesucristo como su Señor y Salvador.
⦁ Confesar con tu boca que Jesús es tu Señor y Salvador.
La palabra bautizo o cualquiera modalidad de ella aparece por primera vez en la biblia en el nuevo testamento. Mateo 3:1-11; Lucas 3:1-9; & Juan 1:19-28
Predicación de Juan el Bautista
En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Pues éste es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo:
Voz del que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor,
Enderezad sus sendas.
Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su comida era langostas y miel silvestre. Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados. Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: !!Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,
y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.
Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego. Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Es evidente que el bautizo forma parte del nuevo pacto de Dios con el hombre a través de su gracia. No hay ningún caso en la Biblia de no creyentes que
fueron bautizados, sólo creyentes. Jesús mismo bautizo a muchos y mando a los creyentes a seguir proclamando las nuevas buenas del reino de Dios y a seguir bautizando a quienes creyeran. A este mandato se le llama en el mundo Cristiano: La Gran Comisión. Mateo 28:19‐20
Hay muchos otros personajes bíblicos que fueron bautizados después de su salvación.
⦁ El eunuco etíope. Hechos 8:36‐39
Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó. Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino.
⦁ El Apóstol Pablo. Hechos 9: 18
Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
⦁ El carcelero de Filipo y toda su familia. Hechos 16:25‐33
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. El entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos.
El bautizo era una práctica común en la iglesia del primer siglo y se hacía acto seguido después de la conversión:
Hechos 2:41
“Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se
añadieron aquel día como tres mil personas”.
Hechos 8:12
“Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del
reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres
y mujeres”.
¿Cómo y dónde te debes bautizar?
En Mateo 3: 16, leemos que Jesús fue bautizado por Juan El Bautista por inmersión en el río Jordán. Debemos imitar a Jesús en todo, incluyendo la forma que Él se bautizó. El bautizo se hace delante de otros cristianos que sirven como testigos y como apoyo espiritual. Muchas veces el bautizo se hace en piscinas o playas o en cualquier otro cuerpo de agua en el cual la persona se pueda sumergir. El lugar no es tan importante como el acto en sí mismo.
El bautismo es también una representación simbólica de nuestro nuevo nacimiento. El bautismo por inmersión es un símbolo que enseña una verdad espiritual. Romanos 6: 1‐7 (especialmente los versículos 3‐4) nos muestran los dos propósitos del bautismo.
⦁ Es un tipo (cuadro) de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo.
⦁ Es un testimonio público del nuevo creyente que se identifica con Cristo Jesús a través de su muerte, sepultura y resurrección. Esto te identifica con
Cristo y con su vida.
Otras referencias acerca del bautismo inmediatamente después de la salvación son:
Hechos 8:12 & Hechos 18:8
Uno no se bautiza para ser salvo sino porque se es salvo.
Es importante entender que el bautismo no es un requisito para la salvación. Efesios 2:8‐9 establece claramente, que el hombre es salvo por gracia por medio de la fe, no por obras; el bautismo es una obra. Creemos que el bautizo por ser un acto de obediencia a Dios es necesario para el servicio y el crecimiento espiritual de cada creyente y Jesús nos modelo esto al ser bautizado antes de comenzar su ministerio en la tierra.
Creemos de todo corazón que tu bautizo va a marcar una nueva etapa en tu vida espiritual. Dios honra nuestra obediencia y anhela que busquemos agradarle en todo lo que hacemos. Nos sentimos honrados de ser instrumentos de Dios en tu vida y declaramos que tu relación con Dios va a fortalecerse aun más después de este día y que muy pronto tú también estarás cumpliendo con el llamado de Cristo:
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”.
Los amamos y los bendecimos,
Pastores Andrés y Marialina Hernández.